Existen muchos mitos acerca de la adolescencia, la cual suele entenderse como un periodo en el cual el adolescente ”padece” los distintos cambios a los que se ve enfrentado, sin embargo si bien es una etapa llena de desafíos hay muchos mitos herrados acerca de como se desarrolla esta etapa de la vida.
MITOS DE LA ADOLESCENCIA
Se habla mucho de la revolución hormonal de los adolescentes y si bien las hormonas en esta etapa de la vida efectivamente aumentan es el cerebro del adolescente lo que realmente sufre importantes cambios y transformaciones en esta etapa.
Entender la adolescencia como un periodo al qué hay que sobrevivir también ha favorecido que muchos adolescentes, así como sus padres, teman el inicio de este momento de la vida, sin embargo, es importante entender esta etapa como una oportunidad de desarrollo en la cual los adolescentes pueden salir también favorecidos de los desafíos que se les presentaran en donde tal como plantea Daniel J.Siegel “una idea central de la que hablaremos es que, en aspectos muy claves, la «labor» de la adolescencia -poner a prueba los límites, la pasión por explorar lo desconocido y excitante- puede establecer un escenario para el desarrollo de rasgos básicos del carácter que capacitarán a los adolescentes para una magnífica vida llena de aventuras y objetivos”.
Hay muchos que piensan que el adolescente en esta etapa pasará desde la dependencia de los padres a una plena independencia, no obstante si bien el adolescente comienza a distanciarse de los padres esto no significa que sea para hacerse cargo de manera completamente independiente de su vida, si no más bien para buscar apoyos en otros, especialmente en sus pares, generando relaciones de interdependencia.
Es de vital importancia dejar de lado estos mitos al momento de vincularnos con nuestros adolescentes, ya que el transmitirles mensajes negativos asociados a la etapa que estan viviendo, tales como que son <flojos, descontrolados, inmaduros> por el mero hecho de estar en esta etapa terminará afectando la auto percepción de sí mismos pudiendo en algunos casos a llevarlos a “actuar” según lo que los otros piensan acerca de ellos, dificultando el desarrollo de su potencial autético.
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